Entre volcanes y almendros, el municipio de Santiago del Teide, en la isla de Tenerife, es un paisaje lleno de belleza y vida. En los primeros meses del año, los almendros florecen pintando el paisaje de blanco y rosa, creando un espectáculo único y maravilloso que atrae a turistas y locales por igual.
Santiago del Teide: Entre el fuego de los volcanes y la dulzura de los almendros.
Pero Santiago del Teide no solo es famoso por sus almendros en flor, también es conocido por albergar las lavas de la última erupción volcánica de la isla, el volcán Chinyero, que entró en erupción en 1909 y dejó un rastro de lava y ceniza que se extiende por las zona alta de este hermoso valle.
Las coladas del volcán habían moldeado el paisaje, creando formaciones rocosas únicas y hermosas que atraen a curiosos, geólogos y amantes de la naturaleza.
Los altos del valle de Santiago, están además rodeados por un hermoso pinar canario, un bosque autóctono lleno de vida y color. Los árboles de pino canario, con sus largas agujas verdes y sus gruesos troncos, proporcionan un ambiente fresco a toda la zona.
Y en el pequeño pueblo de Arguayo, se encuentra un singular centro alfarero que había estado funcionando desde tiempos inmemoriales. Allí, los artesanos crean piezas de cerámica únicas y hermosas, utilizando técnicas y materiales tradicionales que habían pasado de generación en generación.
La combinación de todos estos elementos crean una atmósfera única y especial en Santiago del Teide, donde la naturaleza y la tradición se unen para crear una experiencia irrepetible y única, sobre todo si elegimos caminar entre volcanes y almendros.
Cada primavera, cuando los almendros florecen, el valle se llena de vida y color, y locales y visitantes disfrutan de la increíble belleza de este maravilloso espectáculo natural.
Sin duda, Santiago del Teide es un lugar mágico y lleno de vida que no deja a nadie indiferente. Te invitamos a descubrirlo.