25 instantes de la construcción de un sueño.

El Cardón NaturExperience. Emprender en ecoturismo. Tenerife. Islas Canarias. 25 aniversario.

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Tras el Curso de guías e intérpretes del Parque Rural de Teno, en el que participamos entre octubre y diciembre de 1996, nos llegó la ilusionante noticia de que el Ayuntamiento de Buenavista trabajaba en otra propuesta formativa que complementaría a ese curso.

A los que nos habíamos quedados literalmente fascinados con la acción anterior nos llegó un soplo de esperanza y empezamos a acariciar, con algo más de fuerza, esa idea de que podíamos dedicar nuestras vidas a una iniciativa tan apasionante. Pero, para ser sinceros, no terminábamos de creer que esta nueva formación finalmente fuera a comenzar. Pasaban los días y la esperanza se iba diluyendo.

Algunos, independientemente de todo esto, comenzamos a dibujar nuestro destino.

Recuerdo cómo el entonces alcalde de Buenavista, Aurelio Abreu, nos acompañó en una visita al Área de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife para tener una charla con una persona que también nos trasmitiría la idoneidad de iniciar una actividad emprendedora vinculada al sector medioambiental en el Parque Rural de Teno. Fue otro de esos encuentros fundamentales. Conocimos a Alberto de Armas, un excelente profesional con el que compartiríamos más adelante muchos buenos momentos. Ese día regresamos con fuerzas renovadas a Buenavista.

Unas semanas después realizamos también una visita a las oficinas de Área Rural en Tegueste. Ellos eran el ejemplo a seguir y algunos de nosotros empezábamos a tener claro lo que queríamos

Pero pasaban los días sin novedades. Corrían los primeros meses del año y, en medio de la espera, comenzamos entonces a diseñar nuestro primer proyecto, el campamento de verano Teno Aventura 97.

Además algunos comenzamos a tomar clases particulares para mejorar nuestro nivel de inglés.

Así transcurría todo, hasta que por fin, en abril de 1997, llegó la noticia que tanto estábamos esperando. Ahora sí que era definitivo. En mayo comenzaba la Escuela Taller El Cardón. Un proyecto de formación y empleo, de dos años de duración, en el que íbamos a formarnos de manera eminentemente práctica como guías e intérpretes del Parque Rural de Teno. ¡No nos lo creíamos! ¡Era nuestra oportunidad!

Doce jóvenes de la comarca comenzamos esta apasionante aventura. Con Asterio Hernández, María Rita y José Lima al frente del equipo directivo y educativo, y con la incorporación de numerosos docentes como Juanjo, Azucuahe y David, de Área Rural, Juanjo Ramos, José María Garrido, Emilio Vera, Juliana…

Fueron dos años maravillosos, repletos de experiencias y anécdotas. Hubo tiempo para todo, para el aprendizaje, para el trabajo, para la diversión, para la amistad, para el amor…

La formación fue realmente muy completa: Conocimiento del medio natural y cultural canario, educación ambiental, interpretación del patrimonio, dinamización sociocultural, legislación ambiental, uso público, gestión de equipamientos en el medio natural, primeros auxilios, orientación, fotografía, inglés, alemán, simulación de empresa…

Recorrimos además palmo a palmo el Macizo de Teno. Tuvimos mucho tiempo para caminar y conocer todos sus caseríos y senderos.

Y qué decir de nuestros libros de aprendizaje. ¡Tuvimos los mejores! Fueron los propios habitantes de Teno. Multitud de horas sentados con la gente de El Palmar, Las Lagunetas, Las Portelas, Los Carrizales, Masca y Teno Alto. ¡Cuántos buenos recuerdos! Sin lugar a dudas fue de lo más especial de esta experiencia. Más adelante escribiremos de manera concreta sobre ellos.

Otro aspecto fundamental fue el poder compaginar el aprendizaje de aula con el trabajo real con público. Nos fogueamos dando charlas y realizando talleres en centros educativos, haciendo rutas guiadas, monitorizando campamentos y juegos en grandes espacios, diseñando presentaciones, rutas, folletos, juegos ambientales, exposiciones…

Durante esos dos años complementamos nuestra formación asistiendo de manera voluntaria a múltiples cursos que se desarrollaban por las tardes en toda la geografía insular: Uso Público, Guía Observador de Cetáceos, Educación Ambiental, Fauna…

Fue muy importante también la coordinación que manteníamos con la Oficina de Gestión del Parque Rural de Teno, con quienes compartíamos instalaciones en la Finca de Los Pedregales en El Palmar. Tuvimos siempre el apoyo de su director Abel Herrera y de sus técnicos. De aquella época nos queda siempre un entrañable recuerdo de Mariano, el agente de Medio Ambiente del parque.

No podemos dejar de mencionar que además de nuestra especialidad de Guía e Intérprete en la Escuela Taller teníamos también a otros excelentes compañeros en otras especialidades relacionadas con la construcción: Carpintería, cantería y albañilería, capitaneados por los excelentes monitores Carlos, Goyo y Raúl. Además de realizar una excelente rehabilitación del conjunto de casas de Los Pedregales, nos ayudaron muchísimo en la construcción de multitud de materiales para nuestras actividades.

Si cerramos los ojos nos vienen muchos recuerdos como: Los momentos del descanso y los sabrosos bocadillos con pan de leña de Las Portelas Casa Chucho; Nuestra pernocta en la Playa de Masca; La estancia en Barranco de La Arena; El viaje a la isla de El Hierro; La participación en Pinolere o en la Feria Ecológica de La Orotava; Los talleres en las fiestas de los barrios del parque rural…

Algunos tuvimos tiempo hasta para unir nuestras vidas. Una noche mágica, la luna y las estrellas, el mar, la playa de Masca, los gigantes acantilados a nuestra espalda, el incesante arrullo de las olas, el canto de las pardelas, la vista de la isla de La Gomera y unos preciosos ojos fueron los ingredientes perfectos.

Pero en la vida ya saben que todo lo bueno pasa rápido. Generalmente de manera intensa, pero también fugaz. Así que, a falta de unos meses para la finalización de la escuela, algunos alumnos decidimos mover ficha. No fue una decisión sencilla. Sabíamos que podía causar malestar entre los compañeros, pero no podíamos desaprovechar la gran oportunidad que teníamos delante. No debíamos esperar a que aquello acabara y cada uno se fuera para su casa. Así que tres compañeros decidimos dar un paso adelante y presentar nuestra apuesta por intentar crear una empresa después que acabara la formación. Lo comunicamos al resto de alumnos, a los docentes, al equipo directivo y a la Agencia de Empleo y Desarrollo Local. Evidentemente la noticia no sentó muy bien a todos los compañeros, aunque en todo momento dejamos muy claro que podría haber otras iniciativas, además de la nuestra. No era nada sencillo. Para que fuera económicamente viable había que comenzar con un grupo reducido de personas. Además, era necesario que el equipo se entendiera y se complementara muy bien.

La decisión estaba tomada y el paso dado, aunque por dentro estábamos llenos de dudas y temores. La verdad es que no estábamos nada seguros de que nuestros planes fueran a salir bien. Pero a buen seguro, nunca los grandes proyectos tienen un camino fácil.

Antes de terminar el proceso quien les escribe tuvo la suerte de ser llamado a trabajar con el equipo de Area Rural. Esa oportunidad fue como un sueño. Además el proyecto lo coordinaba otro referente para nosotros, Rafael Paredes Gil. Se trataba de la realización de labores interpretativas en un stand del Área de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife en el Parque García Sanabria, durante las fiestas de mayo. El stand era una recreación casi perfecta del Mirador de Jardina en pleno parque de la capital. Realmente fue impresionante y todo un lujo poder vivir esa primera gran experiencia laboral.

Trabajamos tanto esos dos años y, modestamente, las cosas se intentaron hacer tan bien que, cuando terminamos, la marca ya era medianamente conocida entre el sector medioambiental de la isla. Por esta razón, aunque no nos gustaba mucho la idea de emplear para la nueva iniciativa empresarial el nombre de la Escuela Taller, casi no tuvimos más elección y finalmente decidimos continuar nuestra andadura prácticamente con el mismo nombre. Así, en mayo de 1999, de la mano de Sonia Francisco, Yayi Martin y quien escribe nacía de El Cardón Educación Ambiental y continuaba nuestra historia.

Buenavista del Norte. 15 de marzo de 2022. Valerio del Rosario

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